Los viernes de escapada con mi pequeña compañía me gusta ir a lugares al aire libre donde pueda jugar y podamos darnos un placer culposo para la colación (¡los viernes se vale!). Así que me la llevé a La Glotonería.
Ahí el ambiente es como de día de campo. Hay un área de juegos al centro y variedad de alternativas para comer y beber en los foodtrucks alrededor. Incluso es pet friendly, pero haber traído a Bali y a Luka hubiera sido francamente una locura. En realidad, no es ni siquiera una opción, pero es bueno saber que toda, todita la familia, es bien recibida aquí.
Al llegar me dio tristeza ver prácticamente todos los locales del mercadito cerrados. Como bienvenida es un tanto desolador, pero ya adentro la cosa fue igual que antes.
Ese día había una celebración de cumpleaños (les paso el tip), así que no pudimos sentarnos en las mesas pegadas al área de juegos, pero de premio de consolación nos tocó presenciar a distancia el show del mago. Yo me comí una crepa de Nutella de Toulouse (nada extraoridnaria la neta y eso que con la Nutella, ¡¡nada puede salir mal!!) acompañada de un capuccino del Alda Café.
Los juegos, la verdad están bastante bien. Lo que más me gusta es que están sombreados (entre la mallasombra y los pirules) y que tienen pasto (sintético). La mayoría están al rayo del sol y en un tierrero, así que se agradece. En un próximo post haré un review de varias áreas de juegos en Querétaro. ¡Estén pendientes!
Antes de irnos a Julia se le antojó un helado y así fue cómo descubrimos una delicia en Helados Gibrán, el único local abierto del mercadito: mantecado de Oaxaca (apunto de leche quemada, canela y vainilla) 😋
Mi Pequeña Compañía 